domingo, 11 de octubre de 2009

Las preocupaciones van por barrios

La semana pasada tuve ocasión ver en el telediario del mediodía de la Televisión de Galicia una intervención del portavoz del BNG en el congreso autonómico acerca de la “problemática” toponímica en la ciudad de La Coruña. Acudí estupefacto desde el sillón de mi casa a la exposición del señor Aymerich referente a ese acuciante problema.


Independientemente de si la razón asiste o no a los nacionalistas en este tema en concreto, pienso que la vida siempre será una cuestión de prioridades, y en estos momentos, con esta coyuntura económica (la más dura que me permiten recordar mis 36 años de vida), me pregunto que pensará el afiliado, o el simple simpatizante del BNG, que estando quizás en el paro, o al menos con dificultades para atender al pago de su hipoteca, y en general para llegar a fin de mes, y que atendía igual que yo, desde la comodidad de su hogar a las explicaciones del portavoz de su partido reclamando la eliminación de una L en la toponimia de la ciudad, en lugar de exigir soluciones ante el mal momento económico que sufre la economía española, sin entender de sexos, razas, ideologías políticas o simpatías deportivas.

Personalmente me sentiría muy defraudado si los responsables del partido del que soy militante, salieran en la televisión reclamando que Sanxenxo sea Sangenjo, o que Ourense sea Orense, en lugar de exigir al gobierno soluciones.

Personalmente no creo en discursos nacionalistas (soy de los que creen que el nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando), pero creo también que hay un momento para cada cosa, y cada cosa a su tiempo. Y en tiempos en los que se suprimen puestos de trabajo a diario, no me parece oportuno hablar de la supresión de una “L”.

viernes, 2 de octubre de 2009

Por ese nombre no me figura nada...

Días atrás una buena amiga publicó en su página de facebook un vídeo que no me puedo resistir a compartir y comentar con vosotros. Se trata de un pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en el que respondiendo a una pregunta de uno de los grupos parlamentarios representados en dicho consistorio, referentes a la cesión de locales a ONG´s con presencia en dicho ayuntamiento, la señora Concejala de Patrimonio, Administración General, Contratación y Atención al Ciudadano (aún en funciones, según la web del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife), responde ni corta ni perezosa cual teleoperadora de compañía telefónica “por las siglas ONG no nos viene nada”.

http://www.youtube.com/watch?v=tlqP6TGDKrY

Ante este hecho y tal y como se puede comprobar en el vídeo que acompaña este post, la oposición le reclama por su falta de conocimiento del tema, ante lo cual, y esto a mi modo de ver, es lo más grave de todo, la señora concejala culpa de todo el entuerto a los funcionarios municipales (que seguramente habrán acreditado más conocimientos para ser funcionarios, que ella para ser concejala).

Me gustaría pensar que se trata de un caso aislado, y que en realidad, el conjunto de los españoles nos encontramos bien representados en todos y cada uno de los municipios en los que residimos, y que no, por el contrario, se trata de un caso más de los que actualmente abundan de personas que por siglas entienden ejemplos tales como GH, OT, DEC, MyH, etcétera.

Si este es el ejemplo que damos a nuestra juventud de preparación e interés por la función pública en los puestos de representación, ¿qué podemos esperar del futuro?.

Lo dicho, más ONG y menos DEC.

jueves, 1 de octubre de 2009

¿Qué comen las vacas?

Hace unos días tuve ocasión de ver un vídeo en el que el entrenador de un equipo de fútbol (en concreto Juan Ramón Carrasco, entrenador del River Plate de Uruguay, que como jugador pasó por las filas del Cádiz en la temporada 86-87) les hacía a sus jugadores un símil que relacionaba el material con el cual está hecho el balón con el gusto por el buen fútbol, pasando por el arte de la seducción.

http://www.youtube.com/watch?v=oqJsDTnoN_Q

Tras la reciente subida de impuestos anunciada por el gobierno, se me ocurre hacer un ejercicio similar para explicar a mi entender y de una manera simple, que es lo que ocurrirá a partir de ahora con la entrada en vigor de esas subidas.
Veamos, sube el IVA del 16% al 18%, lo cual nos ofrece dos caminos a seguir. Primero, que los fabricantes, distribuidores y comerciantes en general van a disminuir sus precios, de forma que con la subida impositiva, el precio final de cada artículo se mantenga igual, sin alterar de esta manera el coste de la vida para los consumidores finales. Segundo, que dichos fabricantes, distribuidores y comerciantes decidan mantener sus precios, lo que con la subida de impuestos provocaría un incremento en el precio de los productos para los consumidores finales.
Si vamos unos años para atrás, en concreto al momento en el que entró en vigor la moneda única (el euro), recordemos que fue lo que sucedió simplemente con el precio de una taza de café en cualquier bar. El café que valía 100 pesetas, no pasó a costar 60 céntimos, sino que directamente se redondeó hasta ponerlo en 1 euro.
Con estos antecedentes, y siendo realista, me temo que la subida de impuestos aprobada por el gobierno, va a traer como consecuencia una subida de precios (ya que los diferentes actores del proceso productivo no van a renunciar a su parte del pastel, lo mío es mío y lo del gobierno es del gobierno), lo cual provocará que el consumo de las familias disminuya aún más. Ante esta previsible caída del consumo, las empresas se verán afectadas, ya que también sus ventas y por lo tanto sus ingresos se verán reducidos, afectando a sus cuentas de explotación, con lo cual, para ajustar las mismas, se verán en la imperiosa necesidad de reducir costes. Esta reducción de costes, previsiblemente vendrá dada en gran medida por reajustes de plantillas y la reducción del personal. Es decir, más paro aún.
Visto de otra forma, lo que nos propone el gobierno del Partido Socialista Obrero Español, es que la crisis la pague principalmente la clase obrera de este país, esa clase obrera que figura representada en el nombre de su partido, y a la que sin embargo le echan todo el peso de esta crisis sobre sus ya adoloridas espaldas.
Si analizamos el tipo impositivo que se aplica a la compra de vivienda (7%), nos encontramos con más de lo mismo. Actualmente hay en España alrededor de 650.000 viviendas de nueva construcción que están a la espera de ser vendidas. De todos es sabido el parón que ha sufrido el sector de la construcción, así como la gran cantidad de empresas que directa o indirectamente forman o formaban parte del modelo económico basado en el ladrillo, que se encuentran actualmente en concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos). Pues con todo este panorama, al gobierno la única solución que se le ocurre, es subir los impuestos, que desde mi más humilde opinión, es la medida menos acertada para impulsar el consumo, facilitando la venta, no sólo de esas 650.000 viviendas que han quedado de sobrestock, sino de todo el sector inmobiliario de este país.
No me atrevo a decir que este gobierno sea el culpable de la crisis que estamos atravesando, ese tema daría, y seguramente dará material para otra entrada de este recién estrenado blog, pero no me cabe ninguna duda, de que la gestión que están haciendo de la misma, no es ni por aproximación la más idónea posible.
Personalmente, me parecería oportuna, no una subida del 2% (del 16% al 18%) sino una subida de al menos un 4% (del 16% al 20%) en todos aquellos productos y servicios que se pudieran considerar de lujo, por ejemplo, vehículos que sobrepasen un determinado caballaje, joyas, estancias en hoteles de cinco estrellas, embarcaciones de recreo, viajes a determinados destinos turísticos, etcétera.
Por otra parte, y en cuanto al tipo impositivo de la vivienda, la subida no debería de ser del 1% (del 7% al 8%), sino al menos de un 2% (del 7% al 9%), pero para la compra de la segunda vivienda, así como para todas aquellas propiedades que sobrepasen un determinado número de metros cuadrados, sin afectar a la compra de la primera vivienda, ni a los pisos que por ejemplo, no sobrepasen los 90 metros cuadrados (llamémosle vivienda de primera necesidad).
Con estas medidas, si se podría decir, como dijo el presidente del gobierno, que los que más tienen se solidarizarían con la clase trabajadora y con los más desfavorecidos.
Una vez dicho esto, lamento no haber estado a la altura de Juan Ramón Carrasco, y no haber podido encontrar la manera de enlazar todo este asunto con el arte de la seducción, pero ahora mismo no están las cosas para pensar en ello, esperemos que pronto podamos volver a tener la tranquilidad y la mente lo suficientemente despejada para poder ponernos manos a la obra con el noble arte del cortejo.