miércoles, 26 de enero de 2011

España al revés

Cada vez que los ciudadanos somos citados a las urnas, en unas elecciones generales, no solamente estamos eligiendo al Presidente del Gobierno, sino que además, en las listas que votamos, estamos decidiendo quienes serán los diputados y senadores que han de salvaguardar y proteger nuestros derechos, así como el bienestar al que se supone que tenemos derecho, por el simple hecho de vivir en democracia.
Se supone que esos servidores públicos han de ser nuestros representantes, quienes trabajen arduamente por mejorar nuestra sanidad, nuestra educación, nuestras infraestructuras, nuestro sistema de pensiones, y también, quienes le garanticen a cada español un puesto de trabajo digno.
En la empresa privada, no sólo hay que cotizar durante 35 años para poder optar al 100% de la pensión de jubilación, sino que además, si el trabajo realizado no es satisfactorio, la empresa rescindirá el contrato del trabajador y éste irá directamente a formar parte de la estadística de desempleados del país. 
Y llegados a este punto, es donde yo me pregunto qué tipo de justicia es aquella que permite (y a los tiempos actuales me remito), que a los servidores públicos que actualmente ostentan su cargo, no sólo no se les exigen resultados ni transparencia en su labor, sino que además se les premia con el 100% de la pensión de jubilación, habiendo cotizado únicamente once años.
Hay que tener mucho rostro, por decirlo finamente, para obligar (más que para pedir) a la ciudadanía a soportar una serie de recortes y unas subidas en productos y servicios básicos, mientras que sus señorías se hinchan a cobrar dietas y a cotizar por un trabajo mal hecho (eso si se ha hecho, claro está), a costa de aquellos ciudadanos que con el valor de sus votos los han llevado a la situación privilegiada que ahora disfrutan.
La esencia de la democracia (de la auténtica democracia) dicta que sean los diputados y senadores quienes trabajen para el beneficio del pueblo, y no al revés….

lunes, 10 de enero de 2011

Abran paso a los especialistas

Cada empresa tiene algo que la hace única.  En un mercado exigente, las compañías tienden a centrarse en lo que realmente saben hacer y a contratar con terceros todo lo demás.  La externalización abre nuevas oportunidades a grandes y pequeños proveedores.
La tendencia es imparable, las empresas ceden a otras áreas cada vez más importantes de su actividad para centrarse en aquello que las distingue.  Y cada vez más pymes buscan convertirse en proveedores de este tipo de servicios.  La especialización, las ventajas geográficas y la continua adaptación son algunas de las claves del éxito.
Pese a todo lo que se ha avanzado, al empresario le cuesta ceder departamentos de su empresa.  Teme perder el control y enfrentarse a problemas.  Hacer que confíe en su proveedor y se sienta seguro, es la única forma de quebrar esa resistencia.  A los empresarios que desean externalizar un área de su empresa, les gustan los proveedores con una marca reconocida y con una dimensión suficiente para abordar cualquier proyecto y no dejarles colgados, motivo éste, que actúa como una barrera de entrada contra los nuevos y los pequeños en el sector.
Para contrarrestar esto, una de las vías más eficaces de penetración a la hora de hacerse con un contrato de outsourcing, es la especialización.  Si se es pequeño, hay que especializarse en un nicho, ya que la especialización en segmentos muy concretos, es un factor que incrementa en gran medida las posibilidades de éxito a la hora de obtener un contrato.
El outsourcing se ha convertido en un factor recurrente de las estrategias empresariales en un mercado con un alto nivel de madurez.  En su consecución han participado tanto los proveedores de servicios, que han sido capaces de elaborar propuestas concretas, como los clientes que han facilitado la incorporación de estas actividades dentro de sus organizaciones, adaptándolas y ayudando a su evolución.
El outsourcing ha ido reduciendo el impacto de los inhibidores iniciales (pérdida de control, transferencias de activos, personal, …).  En este proceso ha tenido un gran impacto la participación conjunta de los proveedores de este tipo de servicios, y sus clientes (tanto reales, como potenciales) en mesas de debate, en las que, además de exponer experiencias reales, se comparten ideas, inquietudes y los resultados de distintos análisis sobre nuevos modelos de outsourcing.  Gracias a estos resultados, se pueden identificar potenciales vías de evolución de modelos de prestación de servicios, y por lo tanto, conseguir una mayor adaptación a las expectativas y necesidades del mercado.

lunes, 3 de enero de 2011

La previsión y la organización como herramienta para sobrevivir a la crisis

Tan ancestral como la existencia de la empresa, es el hecho de que un negocio ha de basarse en dos pilares básicos, que son el apartado técnico y el de gestión.  De nada nos sirve conocer a la perfección el negocio al que nos dedicamos, si no somos capaces de gestionar de manera óptima los recursos que generamos.  De la misma forma que de nada nos vale ser unos grandes gestores, si no conocemos las interioridades del sector en el que estamos.

Hemos vivido en nuestro país, durante muchos años, un largo periodo de bonanza económica que ha permitido que las buenas ventas y la mano abierta de los bancos, soportaran todos los errores y todas las deficiencias cometidas en la gestión de las empresas, errores y deficiencias que principalmente vienen dados por la falta de previsión y organización, así como por el escaso análisis que se realiza de los datos históricos y también, aunque en menor medida, por la escasa valoración que se le da en algunas empresas al trabajo de control de gestión.

En esos años de bonanza económica el resultado de las empresas venía dado un gran número de veces por el excelente nivel de ventas de las empresas, lo que hacía que no se analizaran los datos históricos, ni que se valorara si los proveedores eran los que ofrecían precios más competitivos o si en los apartados de gastos, tanto de personal como generales, se podían conseguir sinergias o ahorros en cualquiera de las líneas.

Pero los tiempos en los que una cuenta de explotación se sostenía por el peso de las ventas, quedan ya muy lejos para la mayoría de las empresas, y ahora más que nunca se hace necesario sostener a la empresa desde la contención de los gastos, y para eso es de vital importancia la labor de control de gestión.

El primer paso es recabar toda cuanta información se pueda de ejercicios pasados (ventas, facturas de proveedores comerciales, facturas de proveedores de servicios, comisiones bancarias, …) y construir el histórico de la empresa, de forma mensualizada.  A continuación, analizando los datos con detenimiento, se procede a la realización de los presupuestos de la empresa (presupuesto de ventas, de compras, de margen, de gastos de personal y de gastos generales), también de forma mensualizada.  Estas tareas que aquí hemos enumerado en unas pocas líneas, son un trabajo que realmente requerirá como mínimo un mes de intensa dedicación diaria.
Una vez que la empresa cuente con unos históricos organizados y con unos presupuestos detallados línea por línea y mes por mes, se podrá evaluar sobre el terreno y prácticamente en tiempo real, la conveniencia de acometer ciertas inversiones o de realizar ciertos gastos, en función de la cifra de ventas real comparada con la cifra de ventas presupuestada, con la finalidad última de optimizar siempre, lo máximo posible los beneficios finales de la empresa.