jueves, 25 de febrero de 2010

Gallego de los pies a la cabeza y a mucha honra

En esta ocasión intentaré evitar escribir desde la indignación más profunda que me han producido las palabras de Rosa Díez, líder de UPyD, refiriéndose a los gallegos de forma peyorativa.  Este hecho se produjo durante una entrevista que le hizo Iñaki Gabilondo para CNN +, en la cual al serle solicitado que se refiera al presidente Zapatero en una sola palabra, la señora (por decir algo) Díez contestó "gallego, en el sentido más peyorativo del término", a continuación le preguntaron por Rajoy, y la respuesta fue, "es gallego".

http://www.lavozdegalicia.es/espana/2010/02/24/00031267036067654457184.htm

En primer lugar, y a pesar de no haber nacido en esta tierra (los que me conocen saben que soy hijo de la emigración y que nací en México), soy gallego de los pies a la cabeza, y ser gallego no ha lugar a ningún sentido peyorativo, por más vueltas que se le quieran dar.  Ser gallego es algo más que haber nacido o ser hijo de gallegos, es ser heredero de una cultura muy rica, es saber lo que cuesta ganar el pan con el sudor de la frente, es amar nuestros montes y nuestras costas, nuestra música y nuestra gastronomía, y por supuesto también nuestra lengua, en definitiva, ser gallego es amar nuestra tierra, aunque te hayas tenido que ir a buscar la vida al otro lado del océano.

Como bien decía al principio, soy hijo de la emigración.  Toda mi familia emigró a México y desde que era un niño tengo el recuerdo de mis padres y mis tios trabajando de lunes a domingo, para poder darles a sus hijos la educación de la que ellos en los tiempos de la posguerra por desgracia no pudieron disfrutar. 

A la mía, como a tantas otras familias, la emigración no les regaló absolutamente nada, sin embargo, si que supo recompensar su trabajo, y lo hizo porque se supieron apoyar los unos en los otros sumando esfuerzos para salir siempre adelante.  No había tiempo ni para lamentarse ni para crear discordia, sólo para ser constructivos.

Hoy, con el paso de los años veo con agrado que aquellos tiempos han pasado ya, tanto para mis padres como para mis tios, y que la siguiente generación hemos gozado del privelegio que es sin duda alguna la educación.  La mayoría hemos pasado por la universidad, se nos ha abierto la mente y podemos ir orgullosos con la cabeza muy alta, sabiendo que sólo para la gente inculta, ignorante, arribista y acomplejada, con las luces de la telefonista de Sodupe, ser crítico es igual a batasuno y que ser gallego conlleva algún aspecto peyorativo.

2 comentarios:

  1. Perdona, ¿Qué tiene de malo ser telefonista, qué tiene de malo ser de Sodupe, y qué tiene de malo ser Telefonista en Sodupe?

    Felicidades. No eres mejor que ella.

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  2. Benito Gómez Ogando26 de febrero de 2010, 2:16

    No soy mejor que ella, ni mejor que nadie, ni pretendo serlo. Te contestaría si supiera quien eres, ya que no tengo por costumbre contestar a nadie que se encuentre detrás de un nick.

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